La idea de hacer un escrache a Mónica Belucci es para pensarla. Yo se lo haría también a Brad Pitt e incluso, ya puestos, al Papa Francisco… Fuera tonterías, la polémica del escrache es algo demasiado serio como para tomárselo a guasa. Es posible que en algunos casos se haya sobrepasado alguna línea roja (como tanto gusta decir a los políticos y a los medios últimamente) rozando quizás el acoso, pero hay que reconocer que ante la falta de otras alternativas efectivas, no queda otra que ejercer de cobradores del frac en la cuestión de los desahucios y dada la desvirtuación de la iniciativa popular de Ley Hipotecaria.
Cómo el ego puede aumentar el conflicto
Eckhart Tolle, en su libro Una nueva tierra, habla del ego y de la infelicidad. Muchas veces, yo me he preguntado por qué se tiende a magnificar las situaciones negativas y parece que el ego tiene mucho que ver. Cuando una situación negativa nos supera y hace que nos sintamos impotentes, el inconsciente reacciona, muchas veces, multiplicando lo negativo. Como en una tragedia griega, nos sentimos los protagonistas principales: “yo contra el mundo”. Lo negativo ataca nuestra autoestima y hace que nos sintamos como un minúsculo granito de arena en la inmensidad. Es entonces cuando el ego o el subconsciente deciden que deben entrar en el juego.