Pablo Casado, la nueva derecha y el Partido Popular

Pablo Casado ya es presidente del Partido Popular. Los compromisarios han optado por un candidato más conservador por delante de Soraya Sáenz de Santamaría quien simbolizaba la continuidad de las políticas de Mariano Rajoy. Precisamente, con la victoria de Casado se habla de pasar página al Marianismo pero de acuerdo con sus propias declaraciones, podría suponer más un pasar página hacia atrás y no hacia el futuro.

Soraya Sáenz de Santamaría, efectivamente, era una opción moderada, entre muchas comillas, dentro del partido. Pablo Casado, por contra y haciendo futurología política, puede suponer el primer paso hacia una radicalización y el escorado a estribor del barco popular. El partido podría comenzar a girar hacia posturas más radicales de derechas y alejarse del centro, que por otro lado, parece que ya está siendo ocupado por Ciudadanos.

Tres factores para afirmar que Pablo Casado supone un giro más hacia la derecha

En mi opinión, esta teoría se basaría en distintos factores, más allá de las declaraciones de Casado respecto a diversas posiciones políticas. Por un lado, la defensa de los valores conservadores y católicos de la familia y del derecho a la vida, así como la defensa de la visión de la unidad de España, muy ligada al ultranacionalismo español. Por otro lado, el rechazo a los movimientos LGTB y al aborto por otro lado.

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La probable y futura deriva hacia la derecha se podría argumentar con otros factores: la aparición de Ciudadanos, las políticas del gobierno de Pedro Sánchez sobre la memoria histórica y por el hecho de que el Partido Popular siempre ha aglutinado dentro de sus filas a las distintas familias políticas de derechas: democristianos, liberales, neoconservadores y post-franquistas.

La irrupción de Ciudadanos

El primer factor está relacionado con la irrupción de Ciudadanos en la política estatal lo que ha supuesto la aparición de una nueva opción para la derecha. Ciudadanos nació en Catalunya como opción radicalizada, casi más que el propio Partido Popular, para la defensa del no nacionalismo (realmente en defensa del nacionalismo español) en contraposición al nacionalismo catalán.

Cuando hacia 2014 da el salto hacia la política estatal, Ciudadanos rebaja el tono conservador en la escala izquierda – derecha aunque sigue con sus posturas más radicales en la escala del nacionalismo. En las elecciones generales del 2015 le gana votos al Partido Popular aprovechando la oleada de corrupción de este partido y la crisis soberanista catalana.

Ciudadanos se postula como un nuevo centro (derecha), más moderno. Una derecha regeneradora, más homologada con la derecha europea y alejada de posturas ultra-católicas y post-franquistas. Una derecha adaptada a los nuevos tiempos con ideas sociales algo más cercanas a la socialdemocracia que a la ultra-derecha y en la que no hay lugar para los rescoldos del franquismo más radical que sí tiene hueco, domesticado y controlado, dentro del Partido Popular.

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Las políticas del nuevo gobierno socialista

Un segundo factor son las políticas del nuevo gobierno socialista. Tras la moción de censura a Mariano Rajoy, y a pesar de algún tropiezo con algún ministro, el gobierno de Pedro Sánchez está dando pasos importantes, como por ejemplo a favor de la defensa de la memoria histórica y el cierre definitivo del franquismo. Es una política a la que Ciudadanos no se opone de forma clara pero que sí ha recibido críticas muy duras por parte del Partido Popular y concretamente por parte de su nuevo presidente Pablo Casado.

La ultra-derecha franquista está despertando y empieza a hacer más ruido. Por un lado, según el último CIS, VOX podría conseguir representación en el Congreso de los diputados. Por otro lado, la parte más conservadora del Partido Popular ha recibido de muy buen grado al nuevo presidente del partido.

Si por su lado izquierdo el Partido Popular ha pedido votos y militantes que han ido a Ciudadanos, por su lado más derecho, tiene el peligro de que se le marchen para militar en partidos como VOX o fuerzas nuevas de ultra-derecha neo-franquistas.

El caladero de votos de ultra-derecha franquista es muy potente y más si de forma definitiva se da carpetazo al franquismo trasladando los restos del Caudillo fuera del Valle de los Caídos, si éste se reconvierte en centro para la reconciliación o en un museo de la Guerra Civil y si finalmente, se ilegaliza la Fundación Francisco Franco. Son votos con los que el Partido Popular siempre ha contado y ha cuidado con gestos simbólicos pero que puede perder a favor de otros grupos ultras.

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La ultra-derecha europea

Finalmente y como tercer factor, hay que mirar lo que está pasando con los partidos de ultra-derecha en otros países europeos. La derecha tradicional europea, al igual que la socialdemocracia, está en crisis. Por su derecha han aparecido partidos ultras y neo-fascistas que están consiguiendo un gran respaldo social y una fuerte representación en los parlamentos de diversos países.

En Hungría, Bulgaria, Polonia, Austria, Bélgica, Francia o Italia los partidos de ultra-derecha no solo han conseguido representación parlamentaria sino que en algunos casos también tienen influencia sobre los gobiernos e incluso forman parte del ejecutivo.

La ultra-derecha está de moda en Europa, tiene votos y poder y está obligando a los partidos conservadores tradicionales a escorarse aún más hacia la derecha para no perder votos e influencia. Ser un partido ultra, sale a cuenta.

El caso de España siempre ha sido una rara avis. La ultra-derecha no ha tenido una gran implantación como partido. Aunque el CIS preveía en su última encuesta representación parlamentaria para VOX, sigue sin ser un partido fuerte de homologable por ejemplo al Frente Nacional francés o a la Liga Norte italiana. El grueso de la ultra-derecha o de los militantes franquistas han estado mayoritariamente dentro del Partido Popular, controlados y contentados con algunas políticas conservadoras.

España podría haber hueco para un partido fuerte de ultra-derecha. En España la base ideológica ultra no estaba en el rechazo a los inmigrantes, principalmente porque en España excepto en episodios puntuales como El Ejido o Ca n’Anglada, no ha habido conflictos graves con la inmigración.

La ideología ha estado más ligada a la cultura nacional católica franquista en ideales como por ejemplo la defensa del modelo católico conservador de familia, el rechazo al aborto o la defensa de una unidad de España muy centralista.

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Auge de los movimientos de extrema derecha en España

En paralelo, han aparecido movimientos con entidad propia como Hazte Oir que han dado protagonismo a los movimientos nacional católicos radicales pero sin desligarse del Partido Popular. Ahora que en este momento, el partido tiene que comenzar el camino a la reconstrucción y ha perdido apoyos por su parte izquierda, buscar en su parte más conservadora puede ser una oportunidad o incluso una necesidad. Reinventarse anclado mucho más a la derecha, ahora que ha perdido base en su parte izquierda no sería una idea descabellada.

La transformación del partido, respaldada por figuras neo-con como la de Pablo Casado o la del mismo Aznar, podría dirigirse a un giro a medio plazo hacia posiciones más radicales de derechas, continuando con su tendencia disimulada hacia el neo-franquismo. Podría también añadir elementos del discurso de la ultra-derecha europea como el rechazo a la inmigración, y sumarlos al discurso ultra de partidos como VOX, arrebatándole además base electoral y apoyos para seguir siendo un partido fuerte y con influencia en la política española.

No es mera especulación etérea

Esta es una visión futurista pero no es fruto de una mera especulación etérea. Está basada en los tres factores mencionados: la división de la derecha en España por la aparición de Ciudadanos, las políticas a favor del cierre definitivo del Franquismo y la fuerza que actualmente tienen los partidos de ultraderecha en Europa.

Para llegar a esta conclusión basta atender a las diversas declaraciones de su nuevo presidente, Pablo Casado, o del expresidente Aznar que defienden abiertamente valores ultras y que pueden dar pistas sobre la dirección que podría llegar a tomar el partido en un futuro no muy lejano para no desaparecer víctima de la corrupción y la transformación en el sistema de partidos en España.