Yo quiero ser mediador/a

Que la mediación es una disciplina y una profesión de futuro no debe dar lugar a dudas. Es una profesión de futuro y de cara al futuro, esperemos que no muy lejano, a la espera de que las administraciones, tanto la estatal como las autonómicas y las locales quieran o sean capaces de empezar a fomentarla y darla a conocer a la gente de la calle y a las empresas. Estas serán quienes al fin y al cabo las que se beneficiaran de esta buena y nueva manera de solucionar los problemas. Pero antes de que empiecen a pedirla, deberán saber de qué se trata y cómo les puede beneficiar.

Actualmente, vamos saliendo mediadores y mediadoras de la fábrica de mediadores y mediadoras, un poco como champiñones, como explicaba una colega en un artículo suyo. Estudiantes de diferentes disciplinas que ven en la mediación una salida profesional, que se forman en otra forma de afrontar los problemas y que están dispuestos a ayudar a los demás a que lo aprendan. Pero mientras las administraciones se ponen las pilas, la tarea de la difusión y de la puesta en marcha de un servicio de mediación recae sobre nuestras espaldas, sin más apoyos que las voces de sirenas que cantan que la llegada de la generalización de la mediación es inminente. Tenemos leyes autonómicas y una ley estatal que ya tiene un año. Estamos a la espera de los deseados registros de mediadores, de la mediación gratuita, del turno de oficio, de la implementación de la mediación en los juzgados y de la necesaria difusión pública de sus bondades. Pero hasta que lleguen, como digo, es nuestra la responsabilidad de ponernos en marcha con los pocos recursos con los que contemos. Si David consiguió derrotar a Goliat con una piedra, porqué no vamos nosotros y nosotras salir adelante con una herramienta aún más poderosa como es el diálogo y el entendimiento.

Para establecerse como mediador, a la espera de más ayuda, tenemos dos posibilidades: la primera es echar mano de las entidades y servicios de mediación que ya existan en nuestra ciudad. En Córdoba capital habemos un mínimo de cuatro, entre las que estamos ArsMediatio, la Asociación Cordobesa de Mediación Familiar, Concertando y Encuentra acuerdos. En la provincia, encontramos Mediafam en Baena y el servicio municipal de mediación de Montilla. Cualquier mediador o mediadora puede dirigirse a una de estas entidades y ofrecerse a colaborar con ellas, no tanto para mediar propiamente dicho sino para aprender como funcionan, como se organizan y como difundir la mediación sin apenas medios. Otra opción es la de montar un servicio de mediación propio, ya sea como entidad privada (profesional autónomo o como persona jurídica) o bien como asociación. La segunda vía es la más recomendable por el momento, ya que las pocas ayudas que existen para el fomento de la mediación, al menos en Andalucía, son para asociaciones sin ánimo de lucro. No se contemplan ayudas, por el momento, para servicios privados. Además, aunque duela decirlo, no sale demasiado a cuenta establecerse como privado, siempre que se quieran hacer las cosas bien y dentro de la legalidad tributaria.

También resulta que a la hora de organizar un servicio de mediación familiar, civil o mercantil no hay pautas claras, así que ayuda es siempre bienvenida. Todo es nuevo y todos y todas vamos a ser pioneros en el tema. De entre la poca ayuda que existe, hace algún tiempo encontré este documento editado por la Comunidad de Madrid sobre cómo montar un gabinete de mediación familiar. Es interesante aunque muy básico y deja bastantes dudas sin resolver. Pero es un comienzo. Personalmente también me ayudó mucho poder contar con la Asociación de Profesionales de la Mediación de Conflictos de Cataluña, abiertos a todos y a todas las mediadoras de dentro y fuera de esa comunidad. Nuria Villanueva Rey es una de las responsables y una gran persona, abierta a ayudar a quienes empiezan en el apasionante mundo de la mediación. Aquí dejo los dos enlaces tanto a la publicación de la Comunidad de Madrid que está en PDF como a la web del ACDMA, para aquellos los mediadores y mediadoras que se quieran introducirse en este mundo. Sabed que la felicidad de las otras personas depende de nosotros y de nosotras porque tenemos una llave importante para ayudarles a resolver sus problemas o cualquier tipo de conflicto, ya sea de pareja, de hermanos, hijos y padres, vecinos, empresas. Así que ánimo, valor y al toro